Recientemente remodelada, esta sala está dedicada a la flora y a la fauna encontradas en diversas ofrendas provenientes del Templo Mayor y de otros edificios del Recinto Sagrado. Muchos de sus objetos de dedicación eran animales y plantas, rasgo que nos habla de la aguda percepción que los mexicas tenían de su propio entorno y el valor que le daban en relación a su mundo religioso. De hecho muchos de los dioses prehispánicos tenían cualidades y rasgos de animales, producto de esa observación minuciosa del ecosistema del cual el hombre forma parte.
Fueron diferentes los ecosistemas de donde procedía la fauna encontrada en las ofrendas del Templo Mayor: del ambiente templado de la Mesa Central eran originarios el águila, el puma, el lobo, las tortugas y las serpientes, entre otros; de las selvas tropicales: el jaguar, el cocodrilo, el tucán, el armadillo, etcétera; de las zonas de esteros, lagunas costeras y de los arrecifes coralíferos eran los pelícanos, diversos peces como el tiburón, barracuda, pez aguja, pez erizo, mantarraya, caracoles, conchas, corales y erizos, por mencionar sólo algunos ejemplares. Los mexicas conocieron bien el ambiente en que vivieron, lo manejaron y utilizaron ampliamente, además de incorporarlo a su vida cotidiana a través de numerosas manifestaciones.
Los restos de fauna y flora encontrados en las excavaciones del Templo Mayor, nos proporcionan un panorama más amplio sobre los ecosistemas y el modo de vida de los mexicas. Este trabajo se realizó gracias a los biólogos especialistas que se incorporaron al equipo de investigación interdisciplinario.
Sin duda, destacan los objetos que fueron descubiertos en la Ofrenda 102 dedicada a Tláloc, dios de la lluvia, en el año 2000 en el predio Las Ajaracas. En ella se hallaron materiales orgánicos únicos (que hasta el momento no han vuelto a registrarse) como fibras de maguey, papel, textiles y flores de yauhtli —que según el Códice Florentino eran utilizadas comúnmente en rituales a dicha deidad—, correspondientes al mandato de Moctezuma II (1500-1520).
Una temática que se integró al guión es el tratamiento que los mexicas debieron realizar en animales como un tipo de taxidermia, según lo que se infiere por las evidencias de cortes en los cráneos o la deposición de esqueletos incompletos, tal como se ha podido observar en águilas reales, colibríes, pumas, serpientes y cocodrilos ofrendados